La mirada delataba deseo. Mi compañero de copas me lo dijo: “Tú le gustas”. No es fácil aceptar que a cierta edad avanzada uno le guste a alquien unos treinta años más joven. El entorno, el café/bar con sus mesas comunales, se presta para la conversación entre extraños. “A saber”: contestê en voz baja, y seguimos hablando, yendo de inglés a español, como siempre ocurre entre nosotros: mi buen amigo nació y se crió en los EEUU, y yo en las islas de los encantos. El hombre, latinoamericano de un tal país, que no hay que identificar, logró integrarse a la conversación, y poco a poco consiguió saber algo sobre nosotros. Me miraba y hasta dijo sin titubeos que le gustaban los hombres mayores; que vistaba mucho a Puerto Rico pos asuntos de trabajo. Sonreí. Lo miré directamente a sus ojos. Sonrió. Mi amigo nos dejó saber con los suyos que estaba al tanto de lo que estaba pasando. No duró mucho la conquista que yo deseaba. El conquistador, sociólogo de barbería, pasó a dar sus opiniones sobre los puertorriqueños. Le dije a mi amigo: “Should we leave”. Una vez en la calle, mi amigo se rió a carcajada limpia y dijo: “What an idiot”.
Wednesday, July 17, 2019
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