"Reality check", en palabras de la muy pragmática voz de la psicología norteamericana, es lo que obliga a retratar el cuello, la cara, las manos y compararlos: la todavía lozana, ligeramente coloreada por el sol del verano, cara; las envejecidas manos y cuellos. La cara sin arrugas sobre un cuello con sus canalitos y desbordes de piel, señalado por las una vez dellcadas manos cuestionan los esquemas que juzgan el lucir; plantea problemas estéticos (no puedo ponerme cuellos tortuga en pleno verano), románticos (acepto por fín, después de conocerlo por unos cuantos años, comprometerme con un guapo cincuentón con ojos morunos y verbo fácil), morales (cirugías, jamás), y muchos otros, muchos otros problemas de la tercera o cuarta edad. ¿Qué hago? Delete la foto. Lo demás puede esperar.
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