El jovencito de 12 años y su amiguito en Quebec se estaban burlando de un hombre que pasaba por la calle, nada fuera de lo común a esa edad, cuando se está aprendiendo a distinguir entre cómo se trata a quién sea, fuera de los padres o adultos conocidos, y no era una ataque directo al hombre, solo imitaban su caminar con dificultad. Sus padres estaban en otra habitación y el único adulto que los vio fui yo. Cuando se lo comenté a uno de los padres, estos regañaron a los dos muchachos, y me preguntaron que por qué no les había dicho nada. Les dije que no creía que esa era mi obligación, que no era algo tan crítico. Me dijeron que no, que ellos sabían que yo no lo hubiese hecho por hacerle daño a sus hijos, sino por el bien de ellos. Luego le dijeron a los dos chicos que me pidieran perdón por haberme puesto en una situación tan desagradable, y así lo hicieron con lágrimas en los ojos. Les di un abrazo y los consolé. En gran medida me recordaron a mi crianza, donde mis padres me hubiesen "matado" si me burlaba de alguien y en un mundo donde los otros adultos podían llamarle la atención a un menor. Tan distinto a una mujer que una vez regañó fuertemente a un señor mayor y sacó favores en cara, en medio de un velorio, por el señor haberle dejado saber a su esposo, un pariente menor del seños -ni con groserías, ni delante de nadie, lo hizo en privado-, que lo había dejado plantado. En Puerto Rico, dentro de cierta subcultura arrabalera, las mujeres se meten en los asuntos de los maridos y hasta le buscan conflictos, y que nadie ni se atreva llamarle la atención a sus hijos. Cuestión de clase y crianza.
Friday, May 31, 2019
Thursday, May 30, 2019
ÁMAME
Recostado sobre la cama sintió el deseo primigenio, el que una vez abrumó todo su ser, antes de tener palabras, y solo, sin nadie de frente, después de gemir como si hubiese estado en la cuna, balbuceó: “ámame”. Se levantó y continuó con las cuentas que había que pagar, la comida que preparar, y la memoria que a veces se torna presente.
(del libro inédito Jájome Heights)
LEY DE WEBER-FECHNER Y LA VEJEZ
Regreso a Frankfürt a.m después de no visitarla por muchos años, y de hacer un esfuerzo sobre humano para poder animarme y salir de mi casa. Visito a mi querida amiga, psicoanalista de profesión, exdirectora del Fraunschule, experta en el arte y discurso de las políticas y la condición existencial humana, y buena gente, mi hermana por adopción. Juntos, mientras paseamos por el West End de la ciudad bancaria, concluimos que con la edad se nos estaba haciendo muy difícil dejar los espacios conocidos. Ella escoge explicar la nueva forma de ser de nosotros, partiendo de un análisis del psiquis. Yo busco otras explicaciones y recuerdo a la ley de Weber-Fechner: entre más aumenta el volumen de un cuerpo, menos posibilidades tiene el observador -sujeto a entrenamiento y oficio- de distinguir las diferencias entre ese cuerpo y otro que tenga un volumen parecido, pero no igual. Aplicado los asuntos de percepción, en este caso, a la vejez: entre más viejo uno se pone, menos posibilidades tiene de distinguir entre un mes y un año; lo que hace que uno piense que los años pasan bien rápidos; por lo tanto, los viejos prefieren verlos más lentos, y por eso, ellos -los viejos- no desean cambiar de espacio. Cosas de jubilados cuerdos con cuerdas más lentas paseando por otra strasse.
Wednesday, May 29, 2019
LA FEMINISTA ENTREG'Á
Su técnica -muy común entre ciertas personas- consistía en tratar de controlar la conversación, interrumpiendo al hablante con preguntas dirigidas a un aspecto específico del tema, desviando el asunto hacia un aparente vínculo con el mismo, pero que a la vez hacía perder el balance al que explicaba lo discutido. Ella no sólo no podía aceptar que estaba interrumpiendo, sino que acosaba con un "contesta mi pregunta" amenazante, repetido, "contesta mi pregunta", violento. Lo repetía hasta que el otro perdía el hilo conductor de lo que quería decir y su explicación, forma de razonar, era en gran medida, tácitamente, censurada. Entre las muchas razones que explican ese patrón pertubador, la literatura sobre interacción lingüística sugiere que, en este caso, ella satisfacía su ego, y hacía lo que ella, feminista entregá, criticaba en los machos.
EL GÍBARO DE ALONSO
Después de leer el relato “Espíritu Provinciano” (Manuel A. Alonso, El Gíbaro,1844) -en el cual un personaje, para describir las características de un "vividor", usa como referente el sistema Gall-, una crónica por Leila Guerriero sobre las mujeres abusadas que callan porque temen que nadie las creería; ver las fotos de niños pobres enjaulados por las huestes federales de la gran nación norteamericana, y oír a un gay sudamericano, indocumentado, mientras hacía alarde y vanagloriaba de su pedigrí burgués (falso burgués) en su nativo pueblo andino, quejarse de los agentes de inmigración a la par que se burlaba de los negros, pensé en los oportunistas que le construyen el camino a los fascistas. No es tanto un asunto de temperamento esencialista, fijo, como teorizaba Gall; es cuestión de cuán conscientes son los sujetos de lo qué y cómo leen: sugerido por Alonso en el relato antes citado y personificado por su gíbaro en Barcelona.
MORDIDAS
A mi queridísimo amigo, hoy fallecido (QDEP), le gustaban los hombres de la tercera y cuarta edad. Con su último viejito (diminutivo empalagoso que puede sonar algo peyorativo), mostró lo mucho que lo amaba. Una noche, despertó sediento, estiró el brazo para tomar agua del vaso que estaba en la mesita al lado de la cama. Cuando ya iba terminando de tomar el agua sintió el roce, la casi mordida del amor maduro, quien a su lado dormía tranquilamente, mientras conservaba en agua destilada su dentadura postiza.
Tuesday, May 28, 2019
ÍNFULAS EN EL BAR TÍA MARÍA DE SANTURCE
En Tía María lo vio por primera vez (guapo, ojos claros, pelo castaño, piel porcelana, fornido), hablaron sin decir mucho -"espero verte de nuevo, me gustan los hombres mayores, soy peluquero, fui profesor". Toda una sensación de compatibilidad que no llegaba hasta las diferencias: edad, escuelas, estudios avanzados, libros y revistas, museos, bibliotecas, campus, arte. Uno: hijo de jíbaros de antes; él: hijo de Puerto Nuevo. Lo saludaría si lo llegase a ver de nuevo en Tía María; o quizás, bajaría los humos, suspendería las defensas, y chismearían como se hace en un cafetín con ínfulas de pub, o todo lo contrario, un pub con ínfulas de cafetín.
EL CENTRO DE ESTUDIOS PUERTORRIQUEÑOS EN CUNY
Las revistas del Centro están escritas en inglés. Puede que el repaso de los distintos ejemplares de la revista Centro Voices haya pasado por alto algún escritor o libro escrito en español por puertorriqueños, pero, aparentemente, este tipo de escritor y obra, fuera de incluirlos en la biblioteca, no recibe atención en El Centro de Estudios Puertorriqueños. ¿Hablán español en el Centro? ¿Será -de no hablarlo o escribirlo- que quieren guarecer la colonizacíón? O, peor todavía, ¿desean subestimar, contrarrestar el trabajo político, institucional y comunitario de los puertorriqueños que lucharon durante las décadas de los sesenta y setenta para conseguir que su historia, lenguaje y cultura fuese estudiada en las universidades? No se necesita mucho cerebro para saber que el grueso de la cultura, lenguaje e historia de los puertorriqueños ha sido elaborado, hablado, escrito y defendido en español; nuestro español.
LA UNIVERSIDAD EXAMINA Y OTORGA TÍTULOS
Tengo la impresión de que las críticas que Giner de los Ríos* hizo a la universidad de su época no tuvieron efecto, porque -no sé- parecen estar peor:
“La Universidad meramente instructiva .... una oficina de preparación mecánica a los exámenes, como condición previa para la expedición de certificados, títulos y diplomas. ... los exámenes, concursos y oposiciones parecen inventados por alguno que haya querido más bien atormentar que beneficiar a la humanidad, aplicando aquella filosofía de que todo lo que es desagradable es útil, y que la acumulación (temporal y momentánea) de hechos constituye la verdadera sabiduría... El más grande necio puede hacer el mejor examen.”
Para finales del s.19 y principios del s.20 los estudiantes y profesores no eran programados, controlados, educados por la editoriales y sus series de libros de texto como lo son ahora.
*Francisco Giner de los Ríos. Pedagogía Universitaria. Manuales Gallach, 1905.
Monday, May 27, 2019
EN JÁJOME, EL MULATO ANALFABETA Y LA SEÑORITA BIEN DE ISABELA
Abuela era la dueña de las fincas que se encontraban el el tope de las montañas de Jájome, que luego, parte de las mismas, fueron heredadas por mi tía, y hoy por los hijos de un primo. En esas tierras supo quiénes eran dueños de las fincas y quiénes llegaron después cuando los americanos ocuparon a Puerto Rico. Entre los que allí se mudaron se encontraba un matrimonio que llegó huyendo de Isabela por razones ligadas a las clases sociales. Él era un mulato alto que no sabía ni leer ni escribir, vivía en un barrio de pobres del pueblo en Isabela, y que trabajaba como lo que se conocía para aquel entonces como “guardia palito”, los que no cargaban armas y servían de asistentes a los policías, que sí podían portar armas.
Hasta mediados de los cincuenta, en los campos había un policía, y algunos ayudantes “guardias palitos”. Su labor principal era hacer redadas de los alambiques donde se curaba el pitorro. La movida de la pareja hasta el otro lado opuesto de la isla, Jájome, en una época cuando no había ni carreteras embreadas y la transportación era era a base de carretas de bueyes, se debió a que el hombre se enamoró de una las señoritas bien del pueblo de Isabela y el padre de la joven los obligó a casarse, pero por vergüenza social, les dijo que tenían que irse del pueblo. Eso ocurrió para los años veinte. Mi madre se acababa de juntar con mi padre y recordaba cuando llegaron. Él consiguió que lo transfirieran a Jájome como ayudante del policía de esa zona. Al último de esos policías rurales, Marrero, yo lo llegué a conocer.
Mientras mi abuela fue lentamente perdiendo sus tierras, el “guardia palito” fue poco a poco comprando fincas hasta hacerse de una extensión bastante significativa de tierras. Hoy, si uno oye a los descedientes del matrimonio desterrado por razones raciales y de clase, pensaría que proceden de la alta burguesía criolla. Cosas de la tergiversada identidad en las islas y sus cerros.
Hasta mediados de los cincuenta, en los campos había un policía, y algunos ayudantes “guardias palitos”. Su labor principal era hacer redadas de los alambiques donde se curaba el pitorro. La movida de la pareja hasta el otro lado opuesto de la isla, Jájome, en una época cuando no había ni carreteras embreadas y la transportación era era a base de carretas de bueyes, se debió a que el hombre se enamoró de una las señoritas bien del pueblo de Isabela y el padre de la joven los obligó a casarse, pero por vergüenza social, les dijo que tenían que irse del pueblo. Eso ocurrió para los años veinte. Mi madre se acababa de juntar con mi padre y recordaba cuando llegaron. Él consiguió que lo transfirieran a Jájome como ayudante del policía de esa zona. Al último de esos policías rurales, Marrero, yo lo llegué a conocer.
Mientras mi abuela fue lentamente perdiendo sus tierras, el “guardia palito” fue poco a poco comprando fincas hasta hacerse de una extensión bastante significativa de tierras. Hoy, si uno oye a los descedientes del matrimonio desterrado por razones raciales y de clase, pensaría que proceden de la alta burguesía criolla. Cosas de la tergiversada identidad en las islas y sus cerros.
FOTO SOBRE UN MOJÓN DONDE EMPIEZA LA CARRETERA DE JÁJOME BAJO
“Los esquemas son maravillosos en los libros de texto, pero si no quieres estar mochando y ajustando, planchando y arrugando para que los procesos [históricos] quepan en un esquema, mejor déjalos a un lado.” (Fernando Picó)
Unos cuantos Torres subíamos a visitar a los primos de Papá en Jájome Bajo. Eran mayores que nosotros, los parientes visitantes. Allí nacieron hacia el tercer cuarto del s.19. Allí murieron hacia finales de los cincuenta del s.20. No subíamos por la carretera de Cayey porque el camino para bajar no estaba embreado, y era puro barro; si llovía, yo era muy pequeño para manejar con el dedo grande, usarlo como freno -mi hermana Ana en forma de burla me entrenó en ese arte-, enterrándolo en el resbaladizo terreno.
Toñín, Julio, Manuel, Julito, Papá llegamos en carro hasta el río que divide el barrio La Plena del próximo, Quebrada Yegua (en honor a la quebrada que lo cruza), en el carro de Julito, hijo de Julio, primo tercero de unos, y primero de otros, y sobrino nieto de unos cuantos Torres, incluyendo a los dos hermanos que fuimos a visitar: Juana y Arcadio. De Quebrada Yegua en adelante, a pie hasta el punto que los lugareños llamaban "El Joyo": el fondo donde se juntan las montañas casi en forma de cono, un río que lo cruza, y un mojón señalando el comienzo del camino, hoy carretera embreada.
Parábamos para descansar y saludar -en el largo andar- a unos cuantos familiares, la primera, mi querida Tía Panchita, y a otros conocidos o parientes bien lejanos; pequeñas fincas, muchas de ellas, más tarde convertidas en parcelas por otros intereses y economías. Era la última década de una forma de vida en el Puerto Rico rural, aislado.
Cambió la fisonomía y función de la tierra; y la cultura de los antiguos jíbaros -documentada en la literatura de ficción, en el cine, y en los estudios antropológicos llevados a cabo hacia los años cuarenta por Sydney Mintz, históricos por Fernando Picó, retratados por Frade-; transformada: entre mito y anuncio navideño; desplazada en su entorno; guetoizada, encajada, distorsionada por las posturas elitistas, lenguaje, y eslóganes colonialistas, despectivos, parceleros, dichos por farfulleros y comemierdas: los que sólo pueden pensar dentro de las parcelas de su cerebro.
Regresábamos tarde del viaje; y por haber sido un niño feliz, rodeado de adultos, primos y tíos mucho mayores, hace del “Joyo” un viaje a ser repetido varias veces, recordado con una foto tomada por una ex compañera de estudios con quien regresé a mostrarle de dónde yo era: sentado sobre el mojón número cero hectómetro cero del camino ya embreado.
Sunday, May 26, 2019
BROOKLYN IS VERY DATED, TOO RICH TO BE IN AND TOO YESTERDAY TO BE A TREND
Hipsters are not hippies nor beatniks, they are more like the 1920’s flappers; slumming for the sake of pleasure. While the beatniks and hippies were about transforming society, hipsters are more about fashion and style; transforming only their neighborhoods so they all look alike, black clothes and cafe society included. They are vegan, care about animals, but not about the poor people they displace from their neighborhoods. Hipsters are very yesterday and like the flappers, they seem to be a prelude to the Nazis, Fascists and their look alike, currently politically active in Europe and the USA. They better be careful. As they drink their “puccinos” , the “storm troopers” are organizing themselves, and those cheap beer drinkers can be the real trend.
LOS ESTÁNDARES EDUCATIVOS, PROCESOS Y EDUCADORES
Para algunos educadores, los estándares están muy claros y los implantan sin pensar en los procesos ni en quiénes los implantan. Para otros los estándares y procesos se manejan en la marcha, dependiendo de la gente y los entornos. Desde antes de Aristóteles y hasta después de que los “techies” contemporáneos haber cambiado el mundo al margen de antiguos estándares, educadores y procesos, estos tres factores están siempre en juego. Lo que sí es cierto, es que algunos educadores se vienen a dar cuenta mucho después del cambio haber ocurrido. Por allá por mediados de los setenta, un reconocido literato puertorriqueño obligaba a sus estudiantes de maestría a que copiaran sus cátedras y luego daba tiempo para hacer preguntas y comentarios. Pude leer algunas de sus ponencias y eran extraordinarias. Lo que no entiendo, si para esa época ya existían las forotcopiadoras, por qué no las entragaba antes y tenía más tiempo para contestar preguntas y discutir sus ideas. Puede que le tuviese miedo a sus estudiantes. Cuestión de estándares, procesos y educadores.
MIGUITAS DE TERNURA CON RATA DE DOS PATAS
Buscas que te quieran, te deseen con ansias locas, se derritan por ti, tratas distintas estrategias: elogias sin mesura, envías besos a diestra y siniestra, te haces el difícil, humilde que casi te doblegas, cambias de estado de ánimo, das rienda suelta al orgullo, pones las defensas bajo control, sigues camino, dejas que la vergüenza se junte con la maldad y el rencor, montas tremenda batalla y te llevas de por medio a quién sea, das un un buen "aunque me joda”, tratas de nuevo la conquista, o todas las anteriores mientras te abres a cada uno de los sentimientos e ideas que te abruman, te emborrachas por unas cuantas semanas, y, de vez en cuando oyes a Facundo Cabral cantar Miguitas de Ternura, o tocas fondo y te desgarras con Paquita la del Barrio y su Rata de dos patas.
Saturday, May 25, 2019
IT IS NOT ONLY THE LAWS AND THE ECONOMY, IT IS THE SOCIAL CLIMATE THAT IS ALSO BEING SHAKEN
I know of hard working young people and students who are scared to death, waiting for Immigration to knock on their doors and take them away. The climate is so disturbing, frightening, that whenever I go out, my passport goes with me, like the star that can prove I am not a member of the “contaminated race”, which, according to some supremacist, I am. That is what is happening now in the USA. As a homosexual. fear of persecution was always present, and for effeminate men and masculine women it was more difficult than for those who could pass as “straights”. For black people it was also present, so the uncertain and threatening climate is not new, it has simply extended itself to include others and the cruel and vicious leaders in Washington D.C. have taken advantage of what was there waiting to be given the opportunity to flourish, in order for them to express their cruelty and hate.
FRANKFURT A.M, VERANOS DE LOS SETENTAS
Algunas de las tardes en Frankfurt parecían tomas de escenas de la películas “Hiroshima mon amour”, y no un retrato de la vida de una pareja de amigos y amantes. Todavía, para aquella época, la palabra que se usaba para referirse a las parejas de hombres gays era amigos; son amigos, decían los que hablaban de ellos, nosotros.
Günter vivía en un complejo de viviendas, construidas y manejadas por el gobierno, habitadas por proletarios, en su mayoría, inmigrantes turcos y sus hijos. Yo vivía en lo que el aquel entonces era todavía el barrio más bohemio y liberal de la ciudad de Nueva York, Greenwich Village. Él era escritor y trabajaba a tiempo parcial para la radio alemana. Yo era maestro.
"Ahmed, Ahmed”: gritaba una madre, continuamente, desde la ventana en algún apartamento contiguo, llamando a algún chiquillo que parecía que nunca estaba en casa.
"Por dónde estará Ahmed a estas horas de la cena”: decíamos cargados de sarcasmo, nos reíamos, hacíamos el amor, fumábamos un ilegal, y seguíamos con nuestras extensas conversaciones.
-No puedes ser tan categórico. ¿Qué sabes tú de ellos?-
Hablábamos extensamente, largas horas, confrontando nuestras ideas, debatiendo, rechazando, aceptando la razón del otro, defendiendo la personal. Él, al igual que muchos de sus amigos y conocidos, no iba a olvidar lo particular de su generación: hijos de la guerra, con padres que fueron soldados, militantes en el partido de los nazis. No podía dejar de defender su compromiso con la transformación social.
-¿Qué sabes tú de la guerra? No estuviste allí.-
Nuestras tardes fueron clasificadas como sesiones de concienciación político-sexual por uno de los auto-nominados gurús en una de las muchas comunas “gay friendly”, en su mayoría “heteros”, que existían en el Frankfurt de los setentas y ochentas. En aquellas extensas y muy dinámicas casas, la vida gay había tomado otro giro, seguía el modelo impuesto por los movimientos de liberación sexual. Ya no eran vidas clandestinas, ni se tenían que jugar papeles copiados de las reprimidas vidas de los pequeños burgueses o las nuevas masas de clases medias
-¿Has pasado hambre? ¿Sabes lo que es ver a tus vecinos comer sus bizcochitos con chocolate y tú solo haber comido un poco de arroz blanco con un huevo frito encima?-
Los deseos sexuales eran tan poderosos como los debates. El restregar ideas, parte integral del deseo de conquistar al otro, es una experiencia erótica inigualable: pasión y cerebro juntos. Nada que ver con los poemitas románticos de damiselas y tenorios decimonónicos. El deseo guía la palabra bien pensada, busca al que quiere ser conquistado. Retos verbales, disimuladas alegorías eróticas, nuevos retos verbales, ideas de peso, una guiñada, forman un rompecabezas sexual donde cada jugador coloca las piezas sin saber cómo lucirá en su totalidad. No importa, el placer se ha ido consumiendo.
-!Qué importa quién ha colonizado a quién!- una pausa, sonrisa, caricia -¿Tú, colonizado?-
Una sonrisa, el brillo intenso de los ojos, la movida del cuello hacia el lado son claves concluyentes que sirven para asegurarte que estás en camino a lograr el propósito, que te puedes mover de la silla al sofá, sentarte a su lado.
-!Qué importa lo que digan los libros! Los colonizados son todos los que le sirven al estado, el que sea, sin cuestionarlo.-
Los labios, los ojos, las cejas, las manos, el cuerpo revelan la intensidad de la sensación, el placer de saber que ese cuerpo será tuyo.
-¿Por qué no le preguntaste sobre los campos de concentración que estaban cerca de tu casa? ¿Cómo no iban a saber en un pueblo de mil habitantes?-
Dos cuerpos con muy altas temperaturas, dos hombres de treinta y pico de años, sobretestorenados, emiten tanta energía como una micro explosión atómica; un sofá es demasiado pequeño para contenerla. La energía devora, mueve fuerzas, transforma la razón, la desplaza.
-Cuando no hay comida, no se puede teorizar. Tienes que comer primero. ¿Has luchado alguna vez contra el poder de una masa?-
Una mano agarrando la cintura mientras la otra señala hacia la cama, la habitación, dirige los tremores, pequeños temblores corporales, hacia un espacio más intimo, más cómodo. El deseo requiere menos accidentes. Un sofá limita, demasiado pequeño para la magnitud de la explosión que generan dos hombres.
-¿Por qué esperaste tanto para ir a los campos de concentración?-
Sobre los cuerpos desnudos de los dos hombres, las sábanas forman olas; inmensas, algunas; lentas y suaves, otras. La punta de la lengua trazando un cuerpo, erizando la piel, revienta el vaivén para revelar un par de piernas, dos pares de piernas, nuevas olas; ya no son sábanas, son cuerpos de hombres. Caricias. Un gemido, otro, estimulados por el aceite que súbitamente enfría la piel, tranquiliza las olas; acompañan la tenue y amarillenta luz solar que entra por la ventana.
"Ahmed, Ahmed”: grita la madre musulmana, cubierta de negro, mientras los dos hombres hablan, beben cervezas, fuman y se compenetran.
"Ahmed, Ahmed”: grita la madre musulmana, cubierta de negro, mientras los dos hombres hablan, beben cervezas, fuman y se compenetran.
EL BUSCÓN POR QUEVEDO: LA DICTADURA COMO MODELO EN CCNY
Ya había escrito sobre la española cuando besa porque es el típico ejemplo de la “fag-hag”: se pega al hombre gay, lo usa, se usan. En la mayoria de los casos esa relación tiene que ver con asuntos de ir a fiestas o pretender que son pareja, y para él sirve de protección y para ella, compañía de un hombre que no implica sexo ni competencia. La literatura sobre temas homocéntricos tiene a esa relación como un subtema, más explora muy poco los entornos de índole político e institucional; y en conversación con un argentino gay, que tuvo que abandonar su país durante la dictadura, éste sugirió que es algo que ocurre durante momentos de opresión, ya sea a nivel macronacional o en microcasos, como la situación aquí presentada.
La española cuando besa, una trepadora por excelencia, reprodujo en esta situación lo que había aprendido durante su crianza bajo el franquismo: pretende y muévete por el sistema para que puedas sobrevivir. Eso hizo, y cuando pensaba que ya no le servía, se juntó con la boricua, que gustaba de hacer alarde de que yo le tenía miedo (estaba al tanto de ese chisme, y para mí, proteger el programa de educación bilingüe era más importante que pelear por asuntos de ego, hasta que la boricua traicionò a la mejos profesora que yo conocí en el programa, otra boricua, y renuncié). La petite dictadora boricua logró que el producto de Franco, una vez más, sobreviviera dentro del sistema.
Su comportamiento de “fag-hag” evoca al personaje de Bertolucci en El Conformista; a la amante en Hirosima Mon Amour por Alain Resnais; al Hijo de la Sierva por Strindberg; los personajes egipcios en El cuarteto de Alejandría por Durell; a algunos de los eventos discutidos por Jesusa en el libro por Poniatowska, Hasta no verte Jesús mío; en cómo piensan las mentes atrofiadas por el encarcelamiento cultural que aparecen en los relatos por Faulkner; en las mujeres que Ana Lydia Vega y Carmen Lugo describen en Vírgenes y Mártires; al hombre que no crece en El Tambor de Hojalata por Grass; las maestras que sirven de fundamento a las teorías que Ferreiro formula sobre la adquisición de las ideas que subyacen el aprendzaje del lenguaje y su escrirura; a los planteamientos sobre el oprimido que internaliza los valores del opresor planteandos por Freire; El Buscón por Quevedo. Todo un curso sobre dictaduras y dictados en Nueva York, la muy liberal ciudad multilingüe: desde la picacresca hasta el posmodernismo.
Su comportamiento de “fag-hag” evoca al personaje de Bertolucci en El Conformista; a la amante en Hirosima Mon Amour por Alain Resnais; al Hijo de la Sierva por Strindberg; los personajes egipcios en El cuarteto de Alejandría por Durell; a algunos de los eventos discutidos por Jesusa en el libro por Poniatowska, Hasta no verte Jesús mío; en cómo piensan las mentes atrofiadas por el encarcelamiento cultural que aparecen en los relatos por Faulkner; en las mujeres que Ana Lydia Vega y Carmen Lugo describen en Vírgenes y Mártires; al hombre que no crece en El Tambor de Hojalata por Grass; las maestras que sirven de fundamento a las teorías que Ferreiro formula sobre la adquisición de las ideas que subyacen el aprendzaje del lenguaje y su escrirura; a los planteamientos sobre el oprimido que internaliza los valores del opresor planteandos por Freire; El Buscón por Quevedo. Todo un curso sobre dictaduras y dictados en Nueva York, la muy liberal ciudad multilingüe: desde la picacresca hasta el posmodernismo.
Friday, May 24, 2019
JABIBONUCO: 3. LA FLOR DE LA CAMPANA
Fe, Esperanza y Caridad llegan donde el ceiba milagroso de Altagracia las ha dirigido, a otro árbol, en las Islas de Sotavento, el de la flor de la campana, un icono sagrado entre algunos de los pueblos que habitaban estas islas, y para los que buscan recuperar sus lejanas conciencias continúa como fuente de conocimiento.
Sembrado en tiempos tan distantes que sus fechas se pierden en la memoria de los que recuerdan el árbol "surgió sobre las cenizas que allí quedaron cuando los hombres de hierro y largas cotas negras quemaron a los amantes y bohiques".
"Muy mi Señor mío, Marqués de Jájome Bajo, si hoy le escribo estas páginas fue a sugerencias de Usted, mi más agradecido protector, y al muy diligente y anciano maestro, el Marqués de Santillana, quien arduas horas estuvo guiándome por las lenguas y letras de Usted y sus hermanos que hoy conozco, y quien quiso conocer sobre aquellos de nosotros que de otros martirios fuimos salvados. La muerte del Marqués de Bobadilla me llevó hasta hoy donde Usted y no puedo dejar de agradecer su bondad y protección."
El árbol de las flor de la campana expande las conciencias y lleva a las tres cubanas a otros lugares, otros tiempos paralelos, otras medíunidades, un santiguador caribe, con su crucifijo en mano y un guanín colgando del cuello, un hombre, un bohique, que ayudará a iluminar y tranquilizar dos almas que todavía viven rondando cerca de la tierra y no logran transformarse en jupías. El santiguador no puede identificarlos, solo este hombre en un barco cerca de ellas podrá lograr aclarar sus pasados y destinos.
Llegan Fe, Esperanza y Caridad donde mí en el crucero, por la señas que en Dominica, el santiguador caribe les indica; y en trance cuentan sobre otras cartas y documentos prohibidos que se encuentran en los Archivos de Indias en Sevilla, quizás en un antiguo monasterio en Cádiz. Otros viajes, otros cuentos sin terminar, otras lenguas en busca de ser descifradas, no paran, no tienen fin.
"¡Ay!, mi amado, no sabe Usted cuánto lo añoro. Es tan grande mi dolor, mi angustia, mi desespero, que muero lentamente de dolor, y no por culpa de este camino que mis pasos guía. Muero en el vivir, nuestro amor fue tan mal comprendido. A ese amor nos llevó el gran Yaya y hoy, otros sin decir ni explicar por qué en castigo nuestro amor han convertido. Son tan frías estas noches, tan obscuras su paredes, que el único consuelo que tengo es saberlo a usted morando en el mundo de los jutías. Un cemí le construí, y sin entender el amor con que fue hecho, los padres de su Santa Iglesia en polvo lo han convertido.
¿De qué vale conocer sus letras, sus hombres santos y sus obras?, si bañado en soledad y lágrimas en este calabozo mis historias están perdidas. Al Marqués mucho agradezco estos folios que para su excelencia escribo, mas estas que a usted dirijo, enredadas en penumbras quedan junto a trapos y caracoles que a la hoguera pronto irán conmigo."
- "Sal de aquí - gritó una voz ronca. Pudo haber sido cualquiera de las tres mujeres que saltaban, se tiraban al piso, se levantaban y daban vueltas sobre sí mismas, vueltas rápidas, brincaban, alzaban brazos, espantaban algo. La que hablaba con voz de hombre, sin dirigirse a nadie en particular, decía con voz de otro espacio- Esta no es tu casa, esta no es vida, este no es tu tiempo, tu tiempo ya pasó. ¿Qué buscas?"
"Muchos hombres de fe han escrito las Santas Obras de su Padre y de su Hijo, el Señor Jesucristo, y otros que han puesto en palabras equivocadas las muy respetuosas obras de nuestra única Fuente de vidas, Yaya, que no ha sido con la relación entera que dello se pudiera dar, y que lo he notado en las cosas que de nuestras fuerzas creadoras, Juracán y Yukiyú, las que nacen y regresan a la gran Fuente Yaya, he visto escritas, de las cuales, como natural de la isla de Borikén, y su madre tierra, Atabey, que fue, es siempre y será creada por ellos con sus aguas, movimientos, flores y alimentos, tengo más largas y claras noticias que la que hasta ahora los escritores han dado.”
Los bares del crucero tienen horarios programados y quienes los frecuentan saben de antemano qué está pasando dónde y a qué hora. Los de las piscinas hasta las seis, los de baile no prenden las luces hasta la hora de la cena, y a las diez de la mañana el gran salón de los espectáculos está completamente obscuro, y hasta allí se llegaron Fe, Esperanza y Caridad cuando se dieron cuenta que algo las mantenía inquietas, y que no era ni el café ni el desayuno. Ellas sabían que era algo más allá de lo corporal. Pudo haber sido el brebaje de la flor de campana.
“Verdad es que los hombres de fe tocan muchas cosas de las muy grandes que su Padre y su Hijo Jesucristo tuvo, pero lo que escriben sobre nuestra Fuente y sus fuerzas son muy mal escritas para mí, de la manera que las dicen, las entienden mal. Por lo cual, forzado a abandonar el amor natural de las aguas y los vientos, la quietud y los movimientos de las tierras, las montañas, las flores y los alimentos, las bestias que allí le habitan, las gentes de mi isla Boriken y los jupías, que una vez fueron, me ofrecí al trabajo de escribir esta carta, donde clara y distintamente se verán cómo vivimos y ofrecemos gracias a nuestra Fuente por la continua creación de nuestras tierras, y las vidas de nuestras buenas y nobles gentes, las cosas que en Boriken había antes de que mi muy amado y bien recordado Marqués de Bobadilla allí encontrase."
Esperar bajo el infernal sol por el bus de turistas que los lleva hasta los montes en el centro de la isla de Dominica es más desesperante que la cola que hay que hacer para poder reunirse con el santiguador caribe. Después de preguntarle sobre los bohiques, eunucos y los seres de luz que fueron asesinados por los españoles, el santiguador me pidió que siguiera de cerca a las tres mujeres, que a través de ellas conocería otros planos, que no me podía decir más.
“Seres de luz, de antes y después, guíen a los seres en camino. Seres en busca de empatar historias, en este viaje, en otros, de isla en isla, de tiempo en tiempo, de árbol en árbol, repasen las lenguas que hubo, que hay, que hablan sobre los que una vez fueron, que hoy andan en tinieblas y entran en otros cuerpos, en busca de sus amantes perdidos, en los mares, entre reyes y palacios, monasterios y calabozos hablen ahora y abandonen esos dos cuerpos que no le pertenecen.”
Una vez en el barco, sin delatar mi presencia, las seguí hasta el salón de bailes. Era una voz distinta, muy ronca, la que salía de Fe, quizás de Esperanza o de Caridad. No podía distinguir desde lejos. La sala de bailes no la usan de día y en ella las tres cubanas encontraron lo que el palo santo, la flor de campana, el santiguador y Altagracia le habían confiado.
La familia cumpleañera no juega en los casinos, ni se baña en las piscinas, ni van a los bares y su paseo por el barco, explorando sus salas, biblioteca, áreas de juego, los llevó hasta donde creían que era un ensayo, el salón de bailes. Cuando oyeron las voces roncas y vieron los saltos, reconocieron que no era la preparación del espectáculo de por la noche.
Llenos de gozo, los miembros de la familia observaban de lejos a Fe, Esperanza y Caridad en su trance, hasta que unas sombras los asustaron, se persignaron y siguieron camino. Frente a ellos caminaban rápidamente los dos hombres, los amantes furtivos.
- Sal de aquí –: gritó la voz ronca; una voz que no esperaban oír los dos hombres que se manoseaban en una esquina de la sala de bailes, detrás de las cortinas de terciopelo que separaban la tarima del salón de bailes. Temerosos de que quienes estaban ensayando los descubrieran, se fueron sigilosamente, protegidos por la obscuridad en el salón y se escurrieron detrás de la familia, con la esperanza de que tampoco éstos los vieran.
"En todo lo demás que de aquellos indios en la isla de Boriken se puede decir por los señores y hombres de fe que la tocaron en parte o en todo; que mi intención no es contradecirles, sino servirles de comento, de intérprete en muchos vocablos y costumbres, que, como extranjeros en aquella lengua, interpretaron fuera de la propiedad de ella, según que largamente se verá en el discurso de la historia, la cual ofrezco a la piedad del que la leyere.”
La señora frente a la tragamonedas no disfrutaba del alboroto que llevaba la familia cumpleañera, ni pudo entender a qué se referían, todos hablaban a la vez, debatían si los dos hombres salieron por detrás de las cortinas, o eran parte de los ritos de santería, o era un santo el que les bajó a las tres mujeres, o era un espíritu en busca de adelantar su ascendencia a planos mayores: "No no, eran santeras cubanas, el acento cubano, pueden haber espiritistas cubanos, no todos son santeros; los dos hombres deben ser creyentes, puertorriqueños los dos; no uno es español, su acento es castellano, casado, lo vimos bailando con su esposa, y el señor sentado cerca de ellas era otra mediunidad, un babalawo, estaba bien quieto. ¡Uy, aléjate, solavaya!"
“Viviendo o muriendo aquellas gentes araguacu, llegados en yolas de islas más grandes a la isla de Borikén, muchos tiempos atrás de la manera que hemos oído y contado, y recordado en nuestros cemíes, permitió nuestro Yaya que dellos mismos saliese el conocimiento que les diese alguna noticia de la ley natural y respetos que los hombres debían tenerse unos a otros, y que los descendientes de aquellos araguacu, procediendo de bien en mejor cultivasen aquellas tierras, y a sus hombres, haciéndoles capaces de razón. Después de haber dado muchas trazas y tomado muchos caminos para entrar a dar cuenta del origen y principio de los araguacu que fueron, son y serán, me pareció que la mejor traza y el camino más fácil y llano era contar lo que en oí muchas veces acerca de este origen y principio, porque todo lo que por otras vías se dice de Yaya viene a reducirse en lo mismo que nosotros diremos, y será mejor que se sepa por las propias palabras que un araguacu lo cuente que no por las de otros autores extraños.”
Ajena a la familia cumpleañera, que en ese preciso momento salía por una de las puertas que daban a la cubierta del barco, y rescatada por la tragamonedas, la señora cambio de semblante, cuando la máquina empezó a sonar, un ruido constante, estridente, y las monedas bajaban por montones y caían en el cubo de cartón. Sonreía, ahogada en un estado de puro placer, absorta, en una relación simbiótica con el casino, la música, los cajeros, las meseras.
“Nuestra gran Fuente, Yaya, envía sus Fuerzas que ayudan a Atabey a nacer, crear las tierras, labrar sus bateyes, cultivar las plantas, los frutos como hombres y no como bestias, y les pide que fuesen por do quisiesen y, doquiera que parasen a comer o a dormir, procurasen agradecer y recordar en sus cemíes las vidas de ahora y de siempre, y que a Juracán y Yukiyú, bailasen y tirasen sus flores y granos para ayudarles y agradecer los alimentos y nuevas vidas que las Fuerzas nos llevaban y traían. Viendo los grandes vientos que arropaban y cambiaban estas tierras suyas, mi gran protector, corrí a agradecerle a Juracán y ofrecerle las flores, frutos y semillas para que a otras tierras los vientos de Juracán llevasen, y en otros momentos allí se cultivasen.”
Fe, Esperanza y Caridad, exhaustas, cayeron de rodillas, con las cabezas sobre el piso, y los brazos estirados hacia el techo, lloraban desconsoladamente. Ante aquella escena, callar y esperar a que me vieran fue lo único que pude hacer. Se levantaron, vinieron donde mí y como si me hubiesen conocido de mucho antes, de otros mundos, me contaron que los espíritus de los que una vez fueron me seguían y que esperaban que los ayudase a reencontrarse, a completar su misión en la tierra.
"Mi falta de ropas y bailes era llenos de gozo y no ofensa
a sus otros siervos y amigos, menos a sus hombres de fe, su Jesucristo y Dios amado. Pero conforme a nuestra lengua, como atrás hemos dicho y diremos de la mucha significación que los araguacu encierran en sola una palabra, Juracán, e nos pide que demos gracias y ofrezcamos algo a todos los poderes anteriores, a todos y al que hace llevar estas flores, estos frutos, dándonos alimentos y vigor para vivir los que acá y allá vivíamos y los que en nuestros cemíes siguen viviendo. Entendemos los araguacu, con lumbre natural, que se debían dar gracias y hacer alguna ofrenda al Yaya, por habernos ayudado en aquel alimento y por nacer de nuevo a la Atabey.”
Ver el tranquilo mar, tomar el fresco desde la cubierta que bordeaba el piso donde se encontraba el casino, fue lo menos que pudo hacer la familia al encontrase de frente al español, Diego, y a su esposa, Isabel, en una fuerte discusión. El otro, el puertorriqueño, Javier, miraba desde una cubierta superior, con su cuerpo que casi colgaba de la baranda, alteraba las tranquilas aguas color turquesa del Caribe.
“De este calabozo escribo estas frasis, mi bien amado protector, frente al enorme crucifijo que cuelga de estas frías paredes, en espera de aquello que dicen es la quema en la hoguera por haber servido al mal espíritu, su diablo. Cuán lejos, cuánto tiempo hace que me llegué hasta sus tierras, cuán mal fue entendido lo que pedía y sentía con mis flores, frutos y semillas a los vientos de Juracán. Mi querido protector, lejos de Boriken, no he sido entendido por sus sacerdotes y reyes. En espera, en este frio aposento, por la quema en la hoguera, de rodillas, obligado, frente a su crucifijo me despido, su servidor, Jabibonuco.
http://memoriasdeungaysesenton.blogspot.com/2014/06/jabibonuco-4-el-crucifijo.html
DELETES, OLD AGE AND THE NEED TO BE IN TOUCH THRU VIRTUAL SPACE
At his late years in life, most of his gay friend were not longer alive. The last one of his very close ones killed himself. Others had died of Aids related complications, including his roommate who, rather than to continue living in such horrible physical state, killed himself in the apartment they had shared for close to 20 years. He was away when his roommate decided to carry out the act and when called to come back to the apartment, cleaning the place by himself was as painful as a heroic act in a war zone: what happened there could have not been a simple taking of sleeping pills. Though the place felt different, he kept living in there for a few years until retiring from his job, and then moved to a different neighborhood. Decades later he had not gone back to the area where he had once lived.
Some of his few straight friends moved out of the city. It would have been possible to make new ones or to join a senior citizens support group, but he decided against it. If new friends were to come his way, it had to be a natural process. He met a heterosexual couple that way, but they lived in a different country. There were some people he was in personal contact with, but they were never friends in the manner such relationships are formed and depended upon. Partial blindness did not help, making the city a difficult place to navigate, so he chose the internet to maintain himself connected with others: readings, personal essays and reflections were constantly shared thru one of the servers communication systems.
Once in a while, a few of his contacts answered him, while others did not respond, or blocked him or asked him not to send so many electronic mails or -he assumed- deleted his messages. At a certain point, he decided not to send them anymore. Since, for a variety of reasons. he had moved out of so many spaces in his life -his repressive and homophobic and social class-driven hometown; the cheap apartments in neighborhoods where crime and violence were part of the lives of some of his neighbors; and from the progressive and inclusive area were there was too much history, including deaths and suicides-, it was time to move again and abandon another space, this time, virtual space, or, perhaps, only a part of it: stop using the email systems in order to keep in touch with others, and, sometimes, receive love in return.
Once in a while, a few of his contacts answered him, while others did not respond, or blocked him or asked him not to send so many electronic mails or -he assumed- deleted his messages. At a certain point, he decided not to send them anymore. Since, for a variety of reasons. he had moved out of so many spaces in his life -his repressive and homophobic and social class-driven hometown; the cheap apartments in neighborhoods where crime and violence were part of the lives of some of his neighbors; and from the progressive and inclusive area were there was too much history, including deaths and suicides-, it was time to move again and abandon another space, this time, virtual space, or, perhaps, only a part of it: stop using the email systems in order to keep in touch with others, and, sometimes, receive love in return.
Thursday, May 23, 2019
AMOR QUE POR DEMÁS ERES AJENO ANTE EL CONTROL DEL OBJETO
Es un lugar común en la psicología infantil que el niño que esconde cosas, las acumula, pataletea si no obtiene lo que quiere, le quita los objetos a otros niños, desea ser dueño de todo, está en la etapa egocéntriaca. Para los seis años debe haber superado ese estadio emocional. El adulto que no supera esa etapa, acumula objetos, también desea estar en control, y cuando no lo logra, se desestabiliza y hasta destruye una relación o se auto destruye -su cuerpo se deforma, desfigura-, pero nunca sus objetos. Una vez el objeto no satisface su necesidad de poseer, los rechaza. El adulto además de objetos, puede que le añada a su patología, personas, puestos en el trabajo, espacios.
Sus bizcochos, tarjetas de Navidad, cumpleaños, ramos de pascuas escondían algo más. Lo único que le interesba era el espacio. Una vez consiguió otro sitio, ni tarjetas ni bizcochos, no contestaba llamadas. Que lo hiciese otra persona, se pudiese entender, pero un hombre tan católico, que defiende los derechos civiles, marcha contra la homofobia, delata hipocresía o falta de principios claros o que no está bien de la mente. El espacio como los objetos que el niño rechaza no le servía ya. No tenía que controlarlo. Luego, para justificar y no aceptar de qué está hecha su fibra moral o mental dijo -siempre que quiere criticar a alguien lo hace en tercera persona- que había gente que querían que los cuidaran. Pero si quien se estaba aprovechando era él, robando -no un objeto como los niños- un espacio. No se percató que los otros hablan, y que el mundo gay es bastante pequeño, El amor, fundamento esencial del cristianismo, es para él, por demás, ajeno. Poseer el objeto es más importante, o el espacio.
Sus bizcochos, tarjetas de Navidad, cumpleaños, ramos de pascuas escondían algo más. Lo único que le interesba era el espacio. Una vez consiguió otro sitio, ni tarjetas ni bizcochos, no contestaba llamadas. Que lo hiciese otra persona, se pudiese entender, pero un hombre tan católico, que defiende los derechos civiles, marcha contra la homofobia, delata hipocresía o falta de principios claros o que no está bien de la mente. El espacio como los objetos que el niño rechaza no le servía ya. No tenía que controlarlo. Luego, para justificar y no aceptar de qué está hecha su fibra moral o mental dijo -siempre que quiere criticar a alguien lo hace en tercera persona- que había gente que querían que los cuidaran. Pero si quien se estaba aprovechando era él, robando -no un objeto como los niños- un espacio. No se percató que los otros hablan, y que el mundo gay es bastante pequeño, El amor, fundamento esencial del cristianismo, es para él, por demás, ajeno. Poseer el objeto es más importante, o el espacio.
EL EXTRAÑO
El joven acabadito de llegar de las sínsoras de Cayey, antes de que hubiese autopista o fábricas y los campos eran usados para sembrar y no como terreno para urbanizar, entró a la universidad en Rio Piedras, asistió a clases de literatura y oyó a profesores metropolitanos hablar del costumbrismo que describía lo que él conocía de cerca, como si sus parientes, vecinos, jíbaros cerreros fuesen caricaturas o animales sin consciencia: dóciles, que no sabían hablar, ignorantes. Oyó y calló. Conoció a otros jóvenes y entró en un mundo de gays que le fueron tan extraños como lo pudo haber sido él para ellos. No muy pocas veces, no hacían caso de lo que él decía, pues ellos hablaban desde sus mundos en colegios privados o escuelas públlcas para las élites -la High de la Universidad o la Central en Santurce-, y prefirió echar vuelo para el norte. Allí comenzó desde otra perspectiva, tan extraño como lo fue en San Juan, pero con trabas más fáciles de manejar, con menos historias en común que no preguntaban: “¿de donde eres, a qué colegio fuiste, conoces a tal familia de apellido guionizado?”. En el norte, en una fiesta de “gringos”, uno de aquellos que una vez lo miraba desde arriba en San Juan fue motivo de desprecio por ser mulato: ”But you are black, honey”. Una vez fuera, el mulato que se pensaba "blanquito" dijo -“Qué locas tan racistas”- sin recordar que el otro que hoy tenía de frente -en igualdad de condiciones- había sido, antes sus ojos, el extraño.
Wednesday, May 22, 2019
TO BE POSSESSED BY MY FATHER
He looked like an image of my father, a memory of what he looked like before he became very old, weak and vulnerable. I stopped staring at him when I realized that I desired to be absorbed completely by a copy of my father; to be possessed by him. What at times had become a sexual encounter turned into a mental and physical separation from a very early experience, primal, that was so interwoven with my self that I could not distinguish between the need to be loved and sex.
AMORES QUE MATAN O UN TÉ DE TILO
Salió del estado angustioso después de ver en el espejo el miedo en sus ojos. Entendió que lo hizo suyo, más no era la causa, que llevaba años con ella. Otros con sus mentiras, traiciones, crueldad -en momentos cuando solo se espera un cariño- impregaron en sus entrañas la espera llena de terror. Aceptó que las lágrimas en los ojos incluían reconocer la repetición de un modelo aprendido en épocas muy tempranas, demasiado niño para poder reflexionar sobre lo que estaba pasando. Pidió perdón para él y para los otros. Perdió la fuerza, no confió en que los otros pudiesen hacerlo. Regresó el miedo a los ojos. Abrió el botiquín, lo cerró, decidió que era preferible tomar en vez de agua de azahar, un té de tilo.
MINDSETS POLICING THE DAUGHTERS OF “BERNARDA ALBA” WHILE READING PLATO’S “ALLEGORY OF THE CAVE”
For a military force to exists, a military conscience is needed; and for a belief system in need of norms, a mass standardized test is the best tool, to make sure norms are put in place. For a “persona” to be free, her ability to reflect on the mindsets that can obstruct or allow freedom to think and act have to be understood. “She always wanted to be a police woman”, said the proud mother to someone who wondered, “why would anyone want to become a policeman?”
Tuesday, May 21, 2019
FAULKNER IN ALABAMA AND CHAPLIN IN WASHINGTON D.C.
When thought was taken over by lack of a critique of pure reason, Faulkner's characters ruled in Alabama and a Chaplin's role was perfomed in Washington D.C. For further clarification read A Rose for Emily by William Faulkner and see Chariie Chaplin in The Great Dictator.
NO ME AMES BENEDETTI
No me escribas Benedetti
por culpa tuya lloro y río
y río y lloro a la vez.
No me ames Benedetti
por causa de tus caricias
no paro de amar a otros. THE PETITE BOURGEOISIE LATINO GAY IMMIGRANT
One of the mobility patterns of immigrants and groups living on the margins of given communities is to fit within the roles set up by the petite bourgeoisie in capitalist societies; though, there are intellectuals arguing that this form of social and economic stratification is declining, since there is no possible regeneration of the small business sector of western economies. It’s economic significance with respect to the capacity of the stratum to provide employment, to generate new jobs, and to stimulate innovation is being replaced by the new technological order and its related views of the world as well, and, to some extent, by mores and cultural dynamics brought about by immigrants moving into other countries and by civil rights legislations shaping who gets in or not into the established social order.
The petite bourgeoisie is is still everywhere, a socially distinctive and persistent element in capitalist societies. and is an important repository of ideas and sentiments supportive of a given community. What differs from one society to another is who are the groups that will be accepted within the circles that control the particular petite bourgeoisie at some point in time and space. Several cases in New York City can serve to illustrate this point (a few were already described in previous entries in this blog).
Having known this premise, a gay Puerto Rican man who speaks thick accented English with ideas on the margins regarding social values, recognized that it would have been suicidal to try to become part of some suburban middle calls USA community. A white American gay man who happens to be a banker or lawyer or doctor would have not faced the same difficulties when integrating within such suburban communities.
An acquaintance from a South American country, a gay man in his late fifties, gave up on all his Puerto Rican friends who had helped him when he first arrived in the USA, and once established with a good job and apartment, only socialized with white middle class gay men, until -to his bewilderment, and never expecting the Trumpian mentality to wash over the country-, he was thrown off balance, when the white friends found out that he was not “legal” and they stopped seeing him. Though he saw himself as a member of his Andean country bourgeoisie, his perception did not prepare him to comprehend that these white gay men also respond to the social mores ruling the petite bourgeoisie view of the world in the USA and for them, he was not only a “person of color” but "illegal".
It is no accident that the current government in Washington D. C. is blocking immigrants from South of the Border while setting up rules that would encourage immigrants from Europe. It would certainly be easier for the latter ones to be accepted by the petite bourgeoisie in the USA, but if this class is slowly disappearing, then what? Makes no difference, “race” is still a determining factor.
It is no accident that the current government in Washington D. C. is blocking immigrants from South of the Border while setting up rules that would encourage immigrants from Europe. It would certainly be easier for the latter ones to be accepted by the petite bourgeoisie in the USA, but if this class is slowly disappearing, then what? Makes no difference, “race” is still a determining factor.
Monday, May 20, 2019
EL CRISTO EN the CCNY
“Amaos los unos a los otros”
¿Por qué tuvo que decirlo,
tendría de rabino a mi antIgua decana
o fue su discípulo aquella estudiante
chupona de tetas en busca de títulos
cual Judas moderno en la gran academia,
sería el cínico fariseo retórico erudito
tan falto de amor tan lleno de verbo?
¿Por qué lo habrâ dicho?
¿Trabajaba el Cristo en City College?
EL AIRE QUE RECICLO
No dejo la casa
por asuntos geográficos,
el aire obliga a cambiar de fórmula.
Todo hombre respira
una historia distinta.
Aires que cada uno inhala
lo cambian sus narices.
Abandono los espacios,
aprendo a respirar de nuevo.
TRUMPIAN MINDS AS OUR NEIGHBORS
A friend of mine has become scared of one of his neighbor. My friend is Latino. His neighbor is white and often makes comments about the Latinos not helping the USA society to become a safe and productive country. The discourse coming from the White House is spreading or giving free reign to those who once were not as vocal to be so as they are now.
I was stopped three times a few years ago by a new neighbor, a strongly built middle age white woman who seems to keep unusual working hours and loves to dress up in black leather clothes, and asked directly and sternly like a police person would do, if I live here. The first time I thought she wanted to get to know the neighbors and I smiled and told her how many years I had been residing in the building. She gave me no answer and I realized that she was interrogating me as if I was a suspect, a criminal. The second time, I answered her with a nasty “yes I do” and kept walking towards my apartment, and when I turned around, she was standing by her door, watching me, waiting for me to get into my apartment. The third time I did not answer and gave her an angry look. I never asked her as to why she was questioning me. Since she has become very friendly with other neighbors, who know who I am and was at CCNY, it seems that she found out that I am not an old Puerto Rican criminal; and now, whenever she encounters me, says hello with a high pitch voice. Not until she apologizes, will I answer her. I ignore her completely. For some people, on the receiving end of the experience, racism or stereotyping is not a joke and those who feel they have the right to police the others, because color of skin or ethnicity, should not be treated as if they are above judgement simply because they believe to be so. Recently, while waiting for the elevator, another neighbor came over and said hello, then the interrogator came over also, but this time, she did not salute me and stood right in between me and the other neighbor, and started to talk to her. After we got off, she left the building and my neighbor and I went to pick the mail and I -perhaps, I should have not- told her the anecdote about being interrogated by the other neighbor. She was very supportive and placed the situation in the context of the political climate in the country nowadays, but I got the impression that she was being polite, not wanting to know that there were Trumpian minds in the building or just treated the experience as neighborly gossip. It was not. It is pure and unpasteurized racism like the one the President and his surrounding fascists are pushing around, encouraging.
I was stopped three times a few years ago by a new neighbor, a strongly built middle age white woman who seems to keep unusual working hours and loves to dress up in black leather clothes, and asked directly and sternly like a police person would do, if I live here. The first time I thought she wanted to get to know the neighbors and I smiled and told her how many years I had been residing in the building. She gave me no answer and I realized that she was interrogating me as if I was a suspect, a criminal. The second time, I answered her with a nasty “yes I do” and kept walking towards my apartment, and when I turned around, she was standing by her door, watching me, waiting for me to get into my apartment. The third time I did not answer and gave her an angry look. I never asked her as to why she was questioning me. Since she has become very friendly with other neighbors, who know who I am and was at CCNY, it seems that she found out that I am not an old Puerto Rican criminal; and now, whenever she encounters me, says hello with a high pitch voice. Not until she apologizes, will I answer her. I ignore her completely. For some people, on the receiving end of the experience, racism or stereotyping is not a joke and those who feel they have the right to police the others, because color of skin or ethnicity, should not be treated as if they are above judgement simply because they believe to be so. Recently, while waiting for the elevator, another neighbor came over and said hello, then the interrogator came over also, but this time, she did not salute me and stood right in between me and the other neighbor, and started to talk to her. After we got off, she left the building and my neighbor and I went to pick the mail and I -perhaps, I should have not- told her the anecdote about being interrogated by the other neighbor. She was very supportive and placed the situation in the context of the political climate in the country nowadays, but I got the impression that she was being polite, not wanting to know that there were Trumpian minds in the building or just treated the experience as neighborly gossip. It was not. It is pure and unpasteurized racism like the one the President and his surrounding fascists are pushing around, encouraging.
Sunday, May 19, 2019
LA NORMALIDAD DE ACUERDO A LAS COPIAS DE TRUMP EN CCNY
Si les cuento con lujo de detalles sobre algunos comportamientos de mis ex compañeros y estudiantes en CCNY, concluirán que Trump es el resultado natural de una "cultura" creada por gente que vive en realidades paralelas a las que ellos consideran normales: desde el que se dedicaba a reorganizar los anuncios en los tableros de los pasillos para que lucieran parejos hasta la que no paraba de poner a pelear unos con otros, pasando por la buscona que hoy jura que se graduó cumpliendo al pie de la letra con todos los requisitos, y el que dicen que pagaba sus trámites personales, incluyendo a su dentista, con dinero de fondos que se suponen eran para darle servicios a los estudiantes o los que se sentían ofendidos cuando sus posturas sobre los pobres, los negros, los boricuas eran cuestionadas, sin perder de vista.... Déjame parar, que no quiero que me tilden de chismoso, que eso no es normal; aunque debo citar a la poeta argentina, Suzy Shock: “Que otros sean la normalidad”.
Saturday, May 18, 2019
EL LOBO EN WASHINGTON D.C.
No te engañes, no engañas al leñador; fundamentalmente, sigues igual, no ha cambiado nada en tu moral de lobo en una fábula. Quieres hacer alarde de lo astuto que eres, robando la inocencia. Ten cuidado. Recuerda que ya no estás en una fábula, y siempre hay alguien más sabio que tú. Cuando el ser humano encontró que la astucia no era suficiente, buscó en su capacidad para razonar y encontró otros motivos para decidir cómo vivir, y entonces descubrió la sabiduría. Trascendió la fábula y se movió a los cuentos donde otros tipos de personajes podían pensar más allá del bien y el mal, ser astuto o no serlo. El hombre en Washington D.C. no ha dado ese paso; sigue viviendo en una fábula.
THE CLEVER MAN IN THE FABLE
The clever man did not know that he had been written about by Aesop, La Fontaine, The Grimm Brothers, Samaniego, Torres Rivera as part of a human tradition that was oral in its origins, and as old as when the species, for the first time, saw the human body’s reflection on the water, giving birth to the need to think about what it meant to be astute while believing to be above everyone else. He did not realize that the others were able to stir the waters and see more faces than the one the astute man saw. Centuries later, on stories about that man, animals were used as symbols to represent him -a crow, perhaps, said some students of the narratives that connect us all-, as the narrators were afraid to be discovered and killed, until the tales were passed from one person to another, and someone else added another animal -a fox, most probably- that was more clever than the crow. And then, in stories told centuries later, the fox faced the hunter. And then, the hunter had to deal with humans who were not only clever but wise and were able to think according to the critique of pure reason. When humans moved from a fables’ approach to ruling the world and began to use more complex story telling decision making techniques found in many folk tales, little they knew that in the 21st Century there would be leaders who continue to think like characters in fables: to be astute as the highest mental quality a person is to have and to brag about it using the internet.
EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL DELETE
Delete fue su respuesta
digitalizada.
Delete al email tras whaspp
delete.
Reenvía texto en pdf
ineditable.
Delete es toda sensación
en tecla
sin banda ancha
en sur que no marcha
no progresa.
A lo lejos, el hombre
cibernético
delete
a quien textea.
WINDOWS, INSTALLATIONS, HOMES, ASOMBROS
The Barber Shop is an art installation by Pepón Osorio recreating a Puerto Rican's male hair salon at the Museo de Arte de Puerto Rico. While the pieces are very well constructed, the characters and scenes in the shop are accurate realistic representations of the men at a barber shop, for reasons that language is not capable of expressing or, perhaps, lack of “interpretation insight and skils”, I left the gallery with no particular powerful emotion. Nothing in the piece moved me, to laugh or cry or in a state of wonder, (I prefer the word in Spanish, “asombro”). Some store windows had elicited stronger emotional and intellectual reactions, “asombros”, than what I experienced with The Barber Shop.
My deceased friend Ariel’s apartment led many visitors to say that they felt like they were inside an art piece. It was certainly not a House and Garden’s decoration nor a trendy copy of whatever was fashionable at the moment. Unfortunately -perhaps, it was its destiny-, it burned down a few years before he died. I recently threw away all my photos of what was a magical place. Esthetic experiences can only be lived once. The visitor can go back and feel not moved at all or moved in different forms at different times, but it is never the same, unless it repeats itself. In Ariel’s apartment a different sensation was always felt. Maybe caused by one of its many plastic insects covering the walls near the kitchen, coming out from underneath a table, a corner of the living room, or the case full of false teeth hanging in the bathroom, next to the sink, the toothbrush and paste.
In opposition to those Flemish artists who paint interior domestic scenes where people are looking out into a window, a young Cuban artist, Gustavo Ojeda, who died at a very young age of Aids, used to paint views of peoples houses, apartments as seen from the outside, thru their windows. The viewer was uncomfortable, disturbed by the intrusion, yet wanting to go in and experience the furniture, the story happening inside the room.
Living inside an empty apartment for more than a month can lead someone to feel empty also, without any reason to be. It is not an art piece. It feels like one, except it does not move the participant, the visitor to desire experiencing it again; not because it does not elicit powerful sensations, but because few people can be in a permanent state of “asombro”.
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