Mi maestra nunca fue mi maestra, Llegaba borracha antes de la resaca. Borracha con poesías, y las soltaba sobre la mesa para que hablásemos de ella, mientras a ella le llegaba la resaca. Mi maestra dijo una vez que fui mi maestra. Mentirosa, si siempre estaba enredada en el elixir de sus metáforas. Nunca se comparó. No habia espacio para símiles. Era ella la otra cosa, borracha. Vestía como si fuese una odalisca, y amaba como si estuviese en un harém. Escribía cartas desde el bajo Manhattan en el siglo XX a su amante mozárabe en el califato de Córdoba, durante la reconquista, borracha de amor.
Saturday, May 11, 2019
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